Para aquellos principiantes en el mundo de la jardinería hemos preparado este post donde veremos todos los secretos y la información necesaria relativa riego de cactus y suculentas.
Pero antes te dejamos este post sobre cómo cuidar suculentas.
Cómo regar cactus o suculentas
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la propia naturaleza de los cactus y las suculentas, ya que una de sus características principales es que pueden almacenar agua en sus hojas y tallos. Por si todavía no lo sabías, los cactus están dentro de la familia de las suculentas, pero no todas las suculentas son cactus, todo esto te lo explicamos mejor en este post.
Teniendo en consideración que las plantas suculentas (también conocidas como crasas) pueden almacenar agua en su interior, ya tenemos la primera pista: el riego de cactus y suculentas ha de ser muy moderado.
Dependiendo de cada especie las necesidades de riego serán distintas. Por ejemplo, algunos cactus como el pachycereus pringley o el cleistocactus strausii requieren de muy poco riego. Sin embargo, otras especies como la crassula perforata o el agave attenuata necesitarán un aporte de agua algo más abundante. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que uno de los mayores enemigos de los cactus y las suculentas es el exceso de humedad.
¿Cuándo regar los cactus?
Otro de los factores a tener en cuenta que determinará la cantidad de agua necesaria es la ubicación de nuestra planta y el clima de nuestra zona. Si hemos colocado nuestro cactus o suculenta en un espacio exterior, la exposición al sol directo hará que el agua se evapore más rápido y por lo tanto el riego será ligeramente superior al de aquellas plantas que tenemos en interior. Del mismo modo, si vivimos en una zona con niveles de humedad altos, los riegos serán mucho más ocasionales que en aquellas zonas más secas y cálidas.
Un principio que podemos aplicar para el riego de cactus y suculentas es el siguiente: ante la duda, no regar. Como decíamos, uno de los mayores problemas con los cactus y suculentas es el exceso de humedad, por lo tanto, si tenemos dudas con respecto al riego de cactus y suculentas, nuestro consejo es que no reguemos.
La manera más fácil y segura de asegurarnos de si debemos regar o no nuestro cactus o suculenta es comprobar la humedad del sustrato. Basta con introducir una pequeña varilla en la tierra y comprobar el estado de humedad. Si la varilla sale completamente limpia, significa que la tierra está seca y podemos proceder con el riego sin peligro. Si de lo contrario observamos que la varilla tiene restos de sustrato esto quiere decir que la tierra todavía está humedad y que es necesario esperar un tiempo para realizar el riego.
Esta técnica también la podemos realizar simplemente introduciendo el dedo en el sustrato. De esta manera nosotros mismos podremos confirmar si la tierra está completamente seca o todavía está húmeda.
Riego según la estación
Por lo general, la gran mayoría de cactus y suculentas entran en reposo durante los meses más fríos, así que es momento de dejarlos descansar y no molestarlos de ninguna manera. Durante los meses fríos el riego de cactus y suculentas será muy moderado o prácticamente nulo. Sin embargo, cuando llega la primavera y comienza el buen tiempo, todas las plantas se activan y comienzan su proceso de crecimiento. En este caso, sí que será necesario aumentar la frecuencia de los riegos para ayudar a la planta en su crecimiento.
Si quieres saber más sobre cómo se cuidan los cactus en invierno de forma adecuada, visita nuestro post al respecto.
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