Una de las peculiaridades que más nos atrae de nuestras plantas es un detalle que quizá pasa desapercibido si no miras bien: son seres vivos y cada uno cuenta su propia historia. Esto hace que esa planta que llega a tu casa sea algo exclusivo, ya que solo hay una igual en todo el mundo y la tienes tú, como parte de tu hogar. Todos ellos son ÚNICOS, diferentes entre ellos y eso es uno de los motivos más importantes para Jardín Postal.
El riego sostenible es el mismo, la energía que reciben del Sol alicantino es la misma, el suelo de esta fértil tierra es el mismo, y sobre todo, nuestro cariño es el mismo para cada uno de nuestros productos. Sin embargo. Cada uno desarrolla su tallo de una manera, crece hacia un lugar distinto, adquiere tonos singulares, florece, da fruto o cede algunas hojas para emplear esa energía en un nuevo tallo. Cuando compras una de las plantas de Jardín Postal estás llevándote un ejemplar irrepetible con sus pequeñas particularidades, estás adquiriendo algo único.
A veces nos encontramos con que el cliente se sorprende al recibir un ejemplar distinto a la foto que se encuentra en nuestra tienda. Es importante entender que las plantas son vida, no se pueden replicar exactamente y esa es la gran virtud de nuestros productos.Las plantas están acostumbradas a estar en nuestro vivero años y años, con unos cuidados, un clima y una rutina que se rompe por completo al ser transportadas. El viaje, el cambio de condiciones y la propia paquetería es un estrés que repercute en que pierda algunas hojas, espinas, a menudo se doble alguna parte… Pero es parte del proceso y una vez adecuadas a su nuevo hogar y con la atención que le vais a dar crecerán y mostrarán todo su esplendor.
En Jardín Postal nos aseguramos de escoger individualmente los ejemplares más fuertes, con un tallo que se pueda doblar en el viaje y pueda evolucionar y vivir plenamente después del trayecto hasta tu hogar. A veces reciben pequeñas heridas superficiales que sanarán en días y generará nuevas formas, el color a veces se apaga en el viaje pero cambiará cuando le empieces a dar cariño en tu jardín y empezaréis a formar un vínculo propio. Las plantas están acostumbradas a recuperarse de temporales, de sequías, de vientos y de transportes, pero necesitan su tiempo de nuevo, pero no son inertes y como todo ser vivo, necesitan un poco de paciencia.
Por esto, porque nos entregamos al máximo para que todo salga bien, esperamos que entiendas que hay cosas que dependen de la propia naturaleza o del transporte hasta tu casa, que las cicatrices de un tronco forman parte de la historia de una planta, y que del tallo que cayó brotarán nuevas hojas con tu ayuda y su fuerza propia. Aquí es dónde empieza vuestra historia, aquí es donde empezáis a disfrutar de convivir juntos en un mismo espacio vital, aquí es donde empieza tu Jardín Postal.