Podar una higuera es mucho más que una tarea de jardinería: es un gesto de acompañamiento, casi de conversación con el árbol. Como muchas otras especies mediterráneas, la higuera agradece los cuidados que respetan su ciclo natural. Podarla bien no solo mejora su salud y su forma, sino que también influye directamente en la cantidad y calidad de sus frutos.
En este artículo te contamos con calma y detalle cuándo y cómo podar una higuera, para que disfrutes de una planta vigorosa y bien formada.
Índice
Qué fecha es la mejor para podar una higuera
La mejor época para podar una higuera es a finales del invierno, justo antes de que empiece la brotación primaveral. En la Comunidad Valenciana y otras zonas de clima templado, esto suele situarse entre finales de febrero y principios de marzo. En estos días el árbol sigue en reposo, pero ya ha pasado el riesgo de heladas fuertes que podrían dañar los cortes.

¿Por qué no antes? Porque las heladas, incluso las ligeras, pueden colarse por las heridas de poda y dañar la madera. Y si esperamos demasiado y la higuera empieza a brotar, cualquier corte se convierte en una agresión más difícil de cicatrizar.
¿Se puede podar en invierno una higuera?
Sí, pero solo si el invierno es suave. En zonas costeras o con inviernos templados, puede hacerse una poda ligera incluso en enero, aunque lo ideal sigue siendo esperar a que pase el frío más intenso. Una poda en pleno invierno debe ser conservadora: eliminar ramas secas, mejorar la forma del árbol o aclarar zonas muy densas. Nada drástico.

En cambio, si tu higuera está en una zona más fría del interior, lo prudente es esperar. Como decía mi abuelo, “más vale cortar tarde que helarse pronto”.
Cómo podar tu higuera correctamente
Podar una higuera correctamente es sencillo si tienes claro qué quieres conseguir: airear la copa, formar una estructura equilibrada y evitar que se vuelva salvaje. Las higueras son árboles muy generosos, pero también algo testarudos: si no se les guía, pueden convertirse en un amasijo de ramas entrelazadas.
Materiales necesarios
Para empezar, asegúrate de tener a mano:
- Tijeras de poda bien afiladas y desinfectadas
- Una sierra de mano para ramas gruesas
- Guantes resistentes
- Pasta cicatrizante (solo si haces cortes muy grandes)
- Un serrucho pequeño si tu higuera tiene ya muchos años
Trabajar con herramientas en buen estado es esencial para hacer cortes limpios que cicatricen rápido. Y recuerda: cada corte es una herida que el árbol tendrá que cerrar.
Claves o pasos
- Observa el árbol. Antes de hacer nada, dedica unos minutos a observar la estructura de tu higuera desde distintos ángulos.
- Elimina lo dañado. Quita ramas secas, enfermas o que se cruzan.
- Aclara el centro. Una copa demasiado densa impide la entrada de luz y aire, lo que favorece enfermedades.
- Da forma. Mantén una estructura abierta, tipo vaso, que facilite la recogida de los higos.
- Controla el tamaño. Si crece demasiado en altura, rebaja las ramas superiores para mantenerla accesible.
- No te excedas. Podar en exceso puede debilitar la planta y retrasar la producción de fruto.
Y si quieres una guía más completa sobre cómo cuidar tu higuera a lo largo del año, te recomiendo leer nuestro artículo dedicado a los cuidados de las higueras, donde hablamos de riego, abonado y otras tareas importantes.

¿Se poda igual una higuera pequeña que una grande?
No. Como pasa con las personas, la edad importa. Una higuera joven necesita una poda de formación; una vieja, una de mantenimiento o incluso de renovación. Entender esta diferencia es clave para no frustrarte (ni frustrar al árbol).
Diferencia entre podar una higuera vieja y una joven
- Higuera joven: La prioridad es formar una estructura fuerte y equilibrada. Durante los primeros años, elimina brotes que crecen hacia dentro o en direcciones poco deseables. Fomenta una copa abierta y con pocas ramas principales.
Si tu higuera está en una maceta, es aún más importante mantenerla controlada con podas ligeras y regulares. Para este tipo de cultivo, una maceta grande y bien drenada es fundamental. Nosotros recomendamos modelos como esta maceta cilíndrica de barro blanca, que combina estética mediterránea con una base amplia que permite el buen desarrollo de raíces sin apelmazamientos. Ideal para que la higuera tenga espacio sin desmelenarse.
- Higuera adulta: Aquí el objetivo es mantener esa estructura, eliminar madera vieja y favorecer brotes nuevos que den fruto. Si el árbol lleva años sin podarse, conviene actuar poco a poco, en varios inviernos sucesivos, para no estresarlo.
- Higuera envejecida o descuidada: A veces conviene hacer una “poda de rejuvenecimiento”, cortando ramas principales para que el árbol rebrote desde abajo. Es una intervención drástica que debe hacerse solo si la higuera ha perdido vigor y producción.
Podar una higuera vieja puede parecer una faena dura, pero a menudo es una oportunidad para devolverle vida. Y si la acompañas con un buen acolchado y algo de compost, responderá con brotes tiernos en primavera.
Errores comunes al podar higueras
Antes de cerrar, conviene repasar algunos errores habituales:
- Podar demasiado pronto o demasiado tarde.
- Hacer cortes irregulares o deshilachados.
- No tener un objetivo claro (podar por podar).
- Eliminar todas las ramas nuevas pensando que “chupan fuerza”.
- Descuidar la higiene de las herramientas.
Como siempre, la clave está en observar, entender y actuar con respeto. Podar una higuera no es un castigo, sino una ayuda para que crezca con más fuerza y armonía.
Si te estás iniciando en el cuidado de higueras o tienes una duda concreta sobre cómo podar la tuya, estaremos encantados de ayudarte. Puedes escribirnos a oficina@jardinpostal.com y te responderemos con el mismo mimo con el que cuidamos nuestras plantas. Cada higuera tiene su historia, y nos gusta acompañarte en la tuya.